sábado, 8 de marzo de 2008

Pastelito magico

Sobre la comida de otra manera

A Benet le estaba »curando« ya desde su pequeña edad también con la ayuda de la comida. El cambio de nuestro menú pronto mostró sus resultados. Sin embargo, su sabiduría descanso aún por algunos años más, bien encerrada en nuestros armarios. Algunas situaciones claves me ayudaron a preguntarme las preguntas adecuadas, y eso trajo sus respuestas correspondientes.

Todo comenzó un día, cuando mi madre me contó que ella congelaba frijoles para que no les comieran polillas y que luego lo plantaba el año siguiente con éxito. Yo estaba sorprendidísima como podía crecer algo tan ultra-congelado. Y aquí nuestra primera lección sobre la comida y nuestros menús: existe comida, que contiene tal fuerza de vida, que es capaz de despertar en la vida y crecer, a pesar de las difíciles circunstancias límites en las que se mantiene (como podría ser el ultra-congelado). Esta frase despertó en mi un gran cambio, porque en ella reside una pregunta importante: ¿porqué la comida y que es lo que realmente »cura«? A través de mis experiencias con Benet he podido encontrar tres funciones importantes de nuestra comida, las cuales ponen a nuestros menús y a nuestras dietas »al revés«:

1. VIDA

2. INFORMACIÓN

3. NEUTRALIDAD

1.VIDA

Cierta comida contiene tal fuerza que ni el frío más duro podría »matarla«. Así la comida adecuada, es capaz de reflejar y recordar a nuestro alma »enferma« que ella puede despertar en la Vida. Entonces, la comida no es solo comida que nos nutre y que nos llena, sino es INFORMACIÓN CLAVE. Ayuda a los que están abiertos, para que en ellos despierte la voz de la verdad, o sea de la VIDA. Esto significa que puede ayudar a todos los que buscan el camino hacia la verdad, el amor y la paz interior. Porque si estamos cerrados, no es solo la comida la que no nos ayuda; sino que no nos ayuda nada. Recordemos que para todo el cambio necesitamos dar nuestro primer paso. Culpar a los demás por nuestras circunstancias y pesares, es una buena señal de que nuestras puertas siguen cerradas, con lo cual no busquemos que la comida »haga milagros« donde no los queremos. ¿Qué significa, entonces, estar abierto? Significa conocer la causa de nuestras enfermedades (y males) – o sea, que cierta enfermedad, ya sea física o mental, no es algo que vino por si mismo y desde fuera, sino que tiene sus raíces en nosotros mismos. Estas raíces se encuentran en nuestras creencias y maneras de pensar, y no en nuestro cuerpo – donde se pueden ver sus consecuencias. Con lo cual, la pregunta clave para todos los males sigue la misma: ¿Qué creencia mía me causó lo que veo y lo que experimento? Esperemos la respuesta y sigamos abiertos para ver en los demás solo nuestro propio reflejo. Donde más nos duele, ahí reside nuestro reflejo. En cuanto tengamos la creencia que nos »duele«, viene su segundo paso – dejar de pensar de esta manera. Como estas creencias suelen ser ya muy viejas y algo a lo que estamos muy »acostumbrados«, necesitamos una buena dosis de insistencia, para poder dejarla. Y aquí nos puede ayudar la comida, que contiene no solo nutrientes sino también la información de VIDA. Esta es como la luz, que ilumina nuestro alma y nos recuerda de manera insistente sobre la verdad. Puede despertar a la verdad a todas las creencias, que por ejemplo se hundieron en la tristeza y la depresión.

Utilicemos entonces la comida que por sí misma contiene su fuerza VITAL entera. Preparados químicos no pueden sustituir la naturaleza. La comida no es solo un extracto (de vitaminas, minerales, ...), ¡es información! Para que su información sea entera e íntegra, tenemos que utilizar la comida que es entera e íntegra, que no es ni más ni menos que pura VIDA. Que así toda la comida refinada sea sustituida por los granos enteros, de los cuales haremos las harinas, los panes, las pastas ... Utilicemos las especies viejas, como podría ser la espelta. Cuando uno come los granos de espelta, por ejemplo en una paella, pronto descubre que esta le da una sensación de plenitud ya en muy poca cantidad. Algo parecido ocurre con la quinoa o el arroz integral.

2.INFORMACIÓN

Todo en nuestro planeta es información. Por esto es importante que aprendamos a »informar« de manera correcta a todo lo que nos rodea – o sea también a la comida; y que de manera similar aprendamos a escogerla según la información que queremos.

Nuestras emociones y nuestros pensamientos (aunque inconscientes) impregnan a todo con lo que nos encontramos con información. Si estamos cocinando, y estamos por ejemplo tristes o enfadados, la comida llevará también toda nuestra tristeza o rabia. Y los que lo comen, comerán también nuestros pensamientos de acorde. Si sois de los que son muy sensibles, es muy probable que ya hayáis notado alguna vez como cierta comida nos os sentó bien. A mi me pasó en más de una ocasión que cocinaba con mucha prisa. Igual de rápido que yo quería cocinar, la comida encontró su vía de salida a través de la diarrea (utilizando los ingredientes de siempre). Por lo tanto, cocinemos con amor, ternura y toque. Cuando más tocamos la comida, más ternura le damos. Y esta, volverá a nosotros con la comida.

Por otro lado, es bueno seleccionar la comida que contenga la mejor información posible también de los demás: esto podría ser la comida ecológica, o bio-dinámica, comida que igual es venerada por los que la bendicen antes de »salir al mundo y consumo general«. La calidad de esta comida, aunque se trate del mismo arroz integral, es muy diferente y superior a un arroz integral »normal«.

Para entender este punto en su plenitud, podemos leer al conocido Masaru Emoto. Escribió libro de Mensajes de Agua. Entre otras cosas, demostró el efecto de nuestros pensamientos sobre el agua. En sus fotos podemos, por ejemplo, observar como un pensamiento de Amor es capaz de reordenar la desordenada y ausente estructura que causa un móvil. O de manera similar, que nuestras mentes pueden programar el agua también a distancia. Recomiendo mucho el uso de su sabiduría y de todos sus libros (fotos) para comprender lo importante que es cómo tratamos a todo, incluida nuestra comida y alimentos. Cuando, por ejemplo, utilizamos preparados para »matar« a los parásitos, informamos, de manera inconsciente, a todos los alimentos, que ahí crecerán, que »el mundo es agresivo y que es necesario »matar« de una u otra manera, porque en caso contrarío nos invadirá (al igual que las malas hierbas o los bichitos que parecen »destrozar« nuestras cosechas). De manera muy fina ... pero contundente. Comamos, por lo tanto, información correcta y utilicemos VIDA.

3.NEUTRALIDAD

El tercer punto de comida »curativa« se encuentra en toda aquella comida, que tiene el poder de neutralidad. ¿Qué significa esto? A veces, estamos tan tristes y nos apetece tanto un »pastelito« (o algo parecido). Y ¿qué efectos tiene este pastelito? El pastelito ... ya mientras lo comemos ... y también un tiempo después ... nos calma. Pero recordemos qué es enfermedad y qué lo causa – solo nuestras creencias. Si alguien es muy negativo y todo lo ve bajo una luz negra, también suele ser un hombre »enfadado« o »muy triste y depresivo«. Cuando su comportamiento se repite día tras día, se hacen visibles las enfermedades de acuerdo con lo que piensa. Con el pastelito, que lo comemos en nuestros contratiempos, no hacemos más que tapar la boca del nuestro alma, que nos grita para que le escuchemos. Igual vivimos circunstancias muy difíciles. Pero su único propósito es reflejarnos la creencia que lo había tejido. Si lo reconocemos, podemos cambiarlo y con ello nuestra situación. Pero si no escuchamos esta Voz, que nos susurra de qué pensamiento se trata, todo sigue girando la misma rueda ... seguimos encontrando un tipo u otro de circunstancias (o gente) que nos enfada o entristece, y nosotros nos hacemos expertos en como callarles con un pastelito u otro (bebida, pastillas, ...).

Y en la vida práctica, ¿qué significa esto? Saquemos de nuestras dietas y menús toda aquella comida, que nos llena y calma solo de manera superficial y a »corto plazo« ... porque no es capaz de hacerlo de manera sostenida.

El azúcar de manera general (y con ello todos los chuches) podemos en la mayoría de los casos, al menos según mi experiencia, sacar del todo. El azúcar calma a la primera vista, porque cuando lo comemos este confirma nuestras viejas (y falsas) creencias. Esto es como el encuentro con un amigo, a quien nos quejamos sobre nuestra vida, y él nos da la razón. Si seguimos pensando igual (de negativo y quejicoso), podemos esperar que también la vida nos trate igual, porque ella no es más que un reflejo de lo que creemos. ¿Entonces que vale más: un amigo, que siempre afirma lo que le decimos (aunque pensamos de manera muy destructiva) o alguien que sabe redireccionar nuestros pensamientos a un nivel más alto y diferente?

De manera similar podemos comentar a las carnes. La mayoría de animales, que luego encontramos en los supermercados o tiendas en general, habían crecido en verdaderas »jaulas« solo para que un día les maten para comer (y cuanto antes mejor y más dinero). ¿Qué tipo de emociones pueden nutrirse en tales circunstancias? Y nosotros nos lo comemos todo. ¿Es esto realmente un alimento neutro?

Los alimentos neutros no tienen mérito por sus efectos calmantes »de inmediato« que algunas veces desearíamos. Sin embargo, son mucho más efectivos por dos razones:

- Cuando »salimos del equilibrio« nos pueden informar sobre equilibrio (neutralidad), para que así lo podemos encontrar con nuestros pensamientos (de manera sostenible y no solo en aquella circunstancia). Son un punto de referencia.

Y

- Dejan la vía libre de expresión de nuestro alma; no nos cierran la boca, para que, por ejemplo, no gritáramos, o para que no lloráramos. A contrario, ayudan a que se abra bien grande la boca, para que el alma puede decir lo que piensa y así encontrar su camino. Es necesario profundizar todas las emociones y pensamientos que albergamos, para que podamos encontrar su sentido más profundo. Si los tapamos con pastelitos (drogas, tabaco, alcohol ...), no podemos profundizar en nada. Y con ello se cierra la puerta de la paz duradera – aquella paz que es el fruto del correcto pensar.

Empecemos entonces a sentir también la comida, para que podamos escoger solo los alimentos, que son una información correcta. Que a todos los menús acompañe Vida y neutralidad, en la bendición del Creador, que ya nos entregó la Vida hace mucho tiempo. Se nos regaló la vida para vivirla con plenitud y dicha, y no para quejarse todo el rato o morir en las enfermedades. Ni tampoco para ser dependientes de las pastillas, del alcohol, tabaco, »pastelitos« u otras »delicias«. El Creador nos regaló vida en plenitud y dicha para siempre, y no solo para algunos momentos de »gloria«. ¿Porque quedarnos satisfechos con media galleta, si nos está dada toda una mesa de bienes de Vida? Tenemos, por ejemplo, mar, para que lo utilicemos tanto para la cocina como para la cocción. Contiene mucho más minerales (todos del sistema periódico) que la sal de las tiendas; y ante todo en una proporción mucho más adecuada. La composición química de sangre, es interesantemente, muy parecida a la estructura del mar (mirar el libro del Srečko Bergant Con mar en nosotros). También disponemos de aguas vivas, que contienen los rayos del sol y las burbujas de aire, mientras corren por las rocas y atraviesan las Tierras. Si somos un 70% de agua, tendríamos que cuidar en primer lugar la pureza y la vida del agua (tanto la dulce como la salada). Entonces ¿que vale más: correr por la vida en búsqueda de »bienes varios« o sentarse tranquilo con un vaso de agua (comida) viva en gratitud por lo que tenemos? Cada uno hace lo que valora. Porque todos tenemos el poder de decidir.

Deseo que la cocina se convierta en un Arte y en pleno sentir del Creador ... y que deje de ser solo un deber, que hay que hacer todos los días. Que sea la gratitud a Aquel que nos regaló la vida la que magnifique todo lo que nos es dado.

Buen provecho.

©Noticias de otra manera by sasa.tasevski@gmail.com